Todos esperamos que nuestros hijos sean felices, seguros de sí mismos y exitosos a la hora de establecer nuevas relaciones en la vida adulta. Sin embargo, en esta aspiración hay un deseo fundamental; la oportunidad de ver a nuestro pequeños hacer amistades sinceras.
Esto se debe a que la amistad enriquece su vida y sienta las bases para futuras relaciones interpersonales. Sin embargo, la pregunta dominante sigue siendo ¿Cómo hacer amigos?
Tal vez a primera vista esto parecerá un rompecabezas complicado. Sin embargo, la amistad se basa en establecer competencias emocionales, personales y sociales que sean pertinentes.
Dicho esto, veamos ahora algunos consejos útiles y secretos sobre cómo ayudar a tu hijo a hacer amigos.
Desarrollar habilidades para relacionarse ayuda a tu hijo a adquirir la confianza necesaria para aventurarse a hacer nuevos amigos.
Una de las claves fundamentales para ayudar a tu hijo a hacer amigos está justo dentro de su hogar. El objetivo no solo es asegurarse de que tus hijos vivan en un entorno amoroso y de apoyo, sino también inculcar las habilidades de relación necesarias que los conviertan en adultos capaces de navegar por el mundo y hacer y mantener amistades.
Estas habilidades incluyen cosas como:
La empatíaa es la base central de la conectividad humana, y comienza en casa. Enseñar a tus hijos cómo tratar a los demás de manera justa, es lo correcto. Tus hijos están observando; ven más allá de las palabras y observan lo que haces. Aprenden de ti cómo ser amables y compasivos con las personas.
La curiosidad es otra habilidad clave desarrollar una cultura de compartir e intercambiar ideas entre los miembros de la familia, fomenta el interés de los demás y entrena al niño para escuchar de forma activa, siendo crucial para crear y mantener amistades.
Las habilidades de comunicación también son uno de los motivos de preocupación en esta era digital en la que vivimos. La constante atracción de los dispositivos podrá obstaculizar dichas habilidades vitales. Esto requiere apagar los dispositivos durante las cenas familiares y fomentar la conversación entre los miembros de la familia. De esta manera, demuestras la importancia de una conversación real y una conexión personal real para un niño pequeño.
Estas son habilidades desarrolladas al trabajar juntos. Involucrar a tu hijo en proyectos familiares, jugar con ellos y hacer que participen en las tareas del hogar les permite aprender la importancia del trabajo en grupo, establecer turnos y aceptar que cada persona tiene un papel que desempeñar en la creación de las relaciones a largo plazo.
Es probable que tu hijo experimente una mezcla de emociones a medida que vaya creciendo. Por lo tanto, su capacidad para regular sus emociones se vuelve evidente. Ayudar a tu hijo a comprender sus emociones y mostrarles formas de controlar y expresar sus sentimientos le permite mejorar su inteligencia emocional, permitiéndoles afrontar asuntos y situaciones humanas complejas.
Enseñar a tu hijo a pedir perdón, perdonar y aceptar las disculpas. Enseñales a reconocer la necesidad de disculparse, perdonar y admitir errores bajo la empatía. Estas habilidades son esenciales, permitiendo resolver conflictos y mantener relaciones.
Recuerda, estas lecciones se aplican no solo a como los niños interactúan con los miembros de la familia, sino también a cómo tú y tu pareja se comunican con otras personas en presencia de tus hijos.
Cuando se trata de interacción, a menudo nos encontramos con personas que realizan tareas similares o que están en el mismo grupo social. Esto también se aplica a los niños. De hecho, los niños conectan bien y de forma eficiente cuando interactúan con otros iguales en actividades que les gustan.
Este es tu papel como guía, asegurándote de que tus hijos identifiquen actividades e intereses compartidas con sus compañeros para encontrar puntos en común. Para ello, debes:
Sin embargo, el objetivo es crear una base que facilite la formación de relaciones sociales que se aborden de forma voluntaria y con confianza para crear amistades de forma sencilla.
No te quedes rondando en cada actividad que hacen tus hijos. Permíteles que interactuén de forma orgánica. Sin embargo, si hay algún problema intervén y ayúdales a resolverlo. El equilibrio entre la guía y la autonomía es el objetivo principal. Algunos puntos clave a considerar son:
Los niños con ansiedad social a menudo tienen miedo de hacer amigos y socializar. Por lo tanto, es crucial para hacer que el entorno social sea seguro para ellos, proporcionando confianza y habilidades para hacer amigos.
Asó es cómo lograrlo:
Parentalidad sensible y receptiva: Parentalidad sensible y receptiva: La crianza sensible y receptiva es esencial para los niños con ansiedad social. Estos niños deben estar seguros de que sus padres siempre estarán allá para ellos, especialmente cuando sea necesario. Este tipo de crianza promueve un apego seguro que proporcionará la base para su confianza y independencia más adelante.
Abordar la ansiedad:Cuando un niño enfrenta mucha ansiedad, esta puede convertirse en un filtro a través del cual el niño ve el mundo. Si no se controla la ansiedad puede causar problemas emocionales persistentes, que pueden afectar a las habilidades sociales y dificultar que el niño interactúe con los demás. Abordar esta ansiedad es vital.
Busca ayuda profesional: Si tu hijo sufre una ansiedad considerable, puede ser necesario acudir a un médico o consejero escolar con respecto a tus inquietudes. La ansiedad clínica en niños también se ha tratado con éxito a través de psicólogos infantiles con prácticas terapéuticas como la terapia cognitivo-conductual. Esto permite corregir las concepciones erróneas y las reacciones emocionales excesivas, reemplazándolas por estrategias más efectivas de adaptación.
Amenazas reales: Comportamientos como la violencia y la agresión pueden deberse a diferentes circunstancias en la comunidad del niño. Tomar medidas apropiadas para mejorar el entorno del niño es esencial. También pueden centrarse en problemas relacionados con la violencia, el acoso y el bullying, entre otros. También sería beneficioso que tu hijo se una a un club o grupo de juego que sea cálido y seguro.
En general, es esencial ser consciente de que la ansiedad social es una amenaza. Por lo que es necesario crear salidas sociales que trabajen para superar la ansiedad en estos niños para que puedan hacer amigos con confianza.
Nuestro último consejo destaca la necesidad de reconocer y respetar el aprendizaje social individual de cada niño. Pero, ¿Qué significa realmente esto? Primordialmente, clasificamos este consejo en 3 grupos principales:
La timidez es una condición temporal resultado de la incomodidad en situaciones sociales, mientras que la introversión es un tipo de personalidad en el que uno puede encontrar consuelo en la existencia solitario o en círculos más pequeños. Debemos de apreciar estas disparidades y evitar confundir la introversión con la retirada social. Algunos niños pueden no evitar a otros niños; simplemente les gusta jugar solos o con grupos pequeños de niños.
Todos los niños deberían poder hacer amigos, aunque sean introvertidos. A parte de los diferentes límites y preferencias sociales, es necesario proporcionar un entorno en el que puedan interactuar con otros a su propio ritmo. Se aconseja que evalúes el nivel de comodidad de tu hijo y ajustes tus expectativas en consecuencia. Algunos niños pueden estar satisfechos si solo les sucede una actividad social que les gusta cada semana.
Aconsejamos a los padres que no utilicen a los niños como un medio para cumplir con sus deseos o expectativas socioeconómicas. Es necesario mantener las cosas proporcionadas. Un niño no tiene que ser el estudiante más popular o hablador de la clase. El desarrollo social adecuado de un niño puede venir simplemente de tener uno o dos buenos amigos.
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